Durante nueve meses, las energías solar fotovoltaica (SFV), hidroeléctrica, geotérmica, de biomasa y eólica aportaron, como mínimo, las tres cuartas partes de la oferta nacional de este recurso. Como consecuencia, otras opciones más caras y contaminantes como el búnker han reducido su participación.
Hasta el 14 de marzo de 2021, el 93.7 % de la generación acumulada proviene de fuentes renovables. Con esto, El Salvador logra una diversificación efectiva y sostenible de su matriz, en favor de los hogares y de la actividad económica. Frente a un escenario internacional en el que los precios del petróleo y sus productos derivados comienzan a subir, la variedad de fuentes para proveer el recurso protege la economía familiar y el proceso de recuperación de la economía.
Un ejemplo emblemático de esta transformación es la energía eólica. Fue la gestión del Gobierno del Presidente Bukele la que permitió desentrampar el proyecto de Ventus en Metapán, Santa Ana, luego de haber permanecido estancado durante meses. El trabajo coordinado entre instituciones en materia fiscal, administrativa y logística logró sacar adelante las obras.
En poco tiempo, la energía eólica pasó de contribuir con 7.53 gigavatios por hora (Gw/h) en diciembre de 2020 a 28.14 Gw/h con datos actualizados al tercer mes de 2021. Estos resultados muestran el gran potencial que hay en el país para esta industria.
También la energía SFV mantiene un alto nivel de participación con 114.04 Gw/h, luego de un importante impulso a inicios de 2020. Gracias a estos esfuerzos, prospera la inversión privada, los empresarios ganan confianza y se dinamizan las economías de los sitios donde se instalan físicamente.
Las plantas de generación hidroeléctrica y de geotermia que administra el Gobierno siguen con un alto nivel de contribución, equivalente al 55.85 % del total entre todas. Para este año, el Gobierno de la República sigue trabajando de la mano con los inversionistas para proveer la estabilidad y el respaldo que necesitan.
