Indignada y con la voz quebrada, la madre de Victoria, se refirió a su estado emocional. “Siento indignación, me siento impotente, me siento frustrada. Hubiera querido estar ahí, como madre, pero no. Uno no puede estar en todos los lugares”.
De acuerdo a las investigaciones, la salvadoreña fue asesinada por policías mexicanos durante una brutal detención el pasado sábado, ante esto, su progenitora pidió justicia y exigió que los cuatro agentes implicados paguen por su “abuso de autoridad”.
Rosibel Arriaza y su hijo, René Olivares Arriaza, estuvieron el lunes en la Cancillería de El Salvador, donde reconocieron, a través de fotografías enviadas desde México, el cadáver de la mujer, de 36 años, que murió por una fractura en la parte superior de la columna vertebral luego de que uno de los policías le aplicara presión con la rodilla en el cuello, en medio de la violenta detención en el balneario de Tulum, en el estado de Quintana Roo.
Según relatos de familiares, deja en orfandad a dos niñas que tenía en México, una de las menores de edad está bajo custodia de las autoridades mexicanas, mientras que otra se encuentra en su vivienda.