The Sun reportó esta semana que Hakan Aysal, de 40 años, fue arrestado por el asesinato de su esposa, Semra Aysal, de 32, y el bebé de ambos, quien lanzó por un risco a su esposa embarazada luego de tomarse selfies con ella en un viaje de vacaciones en el 2018 en Butterfly Valley en Mugla, Turquía.
La mujer que cayó de 1,000 pies de altura murió al instante. Todo con la intención de cobrar el dinero del seguro de vida de la mujer que tenía siete meses de embarazo. Tras el deceso, Aysal intentó rápidamente cobrar la póliza de seguros con valor de $40,000 liras turcas, equivalente a $57,000 dólares.
Los fiscales en el caso alegan que la muerte de Semra no fue un accidente, sino planeada, con la única razón por la que el hombre se mantuvo con su esposa en el tope del acantilado por tres horas fue para asegurarse que no había nadie alrededor antes de lanzarla al precipicio. Una vez corroboró de que no había testigos alrededor, deliberadamente la empujó a su muerte.
Una corte determinó que el acusado permanezca en custodia por asesinato premeditado.
El hermano de la fallecida Naim Yolcu dijo que su cuñado no mostraba emoción alguna tras el incidente, “Cuando nosotros fuimos al Instituto de Medicina Forense para ver el cuerpo, Hakan estaba sentado en el carro. Mi familia y yo estamos destruidos, pero Hakan ni siquiera parecía triste”, recordó Yolcu en una entrevista en el tribunal.
