La pandemia del COVID-19, que ha cobrado la vida de miles de personas alrededor del mundo y que obligó a una serie de cambios en la realización de los campeonatos del deporte profesional, el fútbol americano de la NFL no fue la excepción y esta vez a una semana para el Super Bowl también registrará modificaciones.
La esperada gran fiesta deportiva en Estados Unidos, que también genera inquietudes en toda la comunidad internacional, será sometida a fuertes medidas de bioseguridad para poder garantizar la salud de todo el personal, jugadores, staff y cuerpos técnicos que harán brillar este Superbowl.
La NFL completó un plan, tras consultar con las autoridades de salud pública, para permitir la asistencia de alrededor de 22,000 aficionados, con 14,500 compradores de boletos y alrededor de 7,500 trabajadores de la salud vacunados que serán invitados de la liga en el estadio, de 65,000 asientos.
Los aficionados deben sentarse principalmente en grupos de dos a cuatro personas, con algunos grupos de seis.
Cada grupo tendrá tres asientos vacíos a cada lado, sin nadie sentado directamente delante o detrás. El plan es que por cada grupo de aficionados no vacunados un grupo de trabajadores de la salud vacunados se siente en la fila de atrás, escalonados a un lado, en todo el estadio.